martes, 24 de septiembre de 2013

el telescopio y su historia

Los astrónomos están hoy de fiesta. Se cumplen 400 años desde la presentación oficial del primer telescopio ante el senado de Venecia, un invento con el que el científico italiano Galileo Galilei (1564-1642) cambió el rumbo de la astronomía. Este descubrimiento suponía poder ver el aspecto que los cielos ofrecían cuando se observaban con un original instrumento que aproximaba y agrandaba los objetos lejanos.



Este instrumento, un tubo con dos lentes, se había convertido, en manos de un hombre de ingenio, quizá en el más revolucionario instrumento de todos los tiempos. Todo comenzó en el inicio de 1609, cuando el genio italiano recibe noticias de la existencia de un instrumento maravilloso capaz de "acercar" los objetos. Galileo construyó su primer telescopio en el verano de aquel año y en diciembre se lanzó a observar el firmamento con instrumentos de una calidad adecuada.
La historia del telescopio cubre el largo proceso de transformación del que ha sido objeto este instrumento óptico, gracias a los descubrimientos en los campos de la óptica y de la física. La evolución del telescopio ha sido de gran ayuda para el desarrollo de la astronomía a lo largo de los siglos.
Los primeros telescopios conocidos aparecieron en 1608 y son acreditados a Hans Lippershey. Entre las muchas personas que reclamaron el descubrimiento se encuentran: Zacharias Janssen, hombre de espectáculos de Middelburg, y Jacob Metius de Alkmaar pero recientes investigaciones del informático Nick Pelling divulgadas


 Lippershey. Entre las muchas personas que reclamaron el descubrimiento se encuentran: Zacharias Janssen, hombre de espectáculos de Middelburg, y Jacob Metius de Alkmaar pero recientes investigaciones del informático Nick Pelling divulgadas en la revista británica History Today, 1 atribuyen la autoría a un gerundense llamado Juan Roget en 1590.
El diseño de estos telescopios refractores iniciales consistía de un lente objetivo convexo y un ocular cóncavo. Galileo utilizó este diseño al año siguiente. En 1611, Johannes Kepler describió cómo podía elaborarse un telescopio con un objetivo y lente ocular convexo y, para 1655, astrónomos como Christian Huygens fabricaban telescopios keplearianos de gran alcance con oculares compuestos, pero extremadamente grandes y difíciles de manejar.







Isaac Newton ha recibido el crédito por haber fabricado el primer telescopio reflector "práctico" en 1688,3 con un diseño que incorporó un pequeño espejo plano y diagonal para reflejar la luz a un ocular montado en un lado del telescopio. En 1672, Laurent Cassegrain describió el diseño de un reflector con un espejo secundario pequeño y convexo para reflejar la luz a través de un agujero central en el espejo principal.
Los lentes acromáticos, que redujeron en gran medida las aberraciones cromáticas en los lentes objetivos y permitieron la creación de telescopios más pequeños y funcionales, aparecieron por primera vez en 1733 en un telescopio fabricado por Chester Moore Hall.4 5 John Dollond desarrollaron lentes acromáticos y produjo telescopios con ellos en cantidades comerciales a partir de 1758.6
Entre las novedades importantes en los telescopios reflectores se encuentran la producción de grandes espejos paraboloides por John Hadley en 1721; el proceso de platear espejos de vidrio por León Foucault en 1857; 7 y la adopción de revestimientos de aluminio de larga duración sobre espejos reflectores en 1932.8 Casi todos los grandes telescopios de investigación óptica utilizados hoy en día son reflectores.
El primer radiotelescopio fue construido por Grote Reber en 1937. Desde entonces, se han desarrollado muchos tipos de telescopios para un amplio rango de longitudes de onda de radio a rayos gamma.


                         Sus  características

El parámetro más importante de un telescopio es el diámetro de su «lente objetivo». Un telescopio de aficionado generalmente tiene entre 76 y 150 mm de diámetro y permite observar algunos detalles planetarios y muchísimos objetos del cielo profundo (cúmulos, nebulosas y algunas galaxias). Los telescopios que superan los 200 mm de diámetro permiten ver detalles lunares finos, detalles planetarios importantes y una gran cantidad de cúmulos, nebulosas y galaxias brillantes.






Para caracterizar un telescopio y utilizarlo se emplean una serie de parámetros y accesorios:
Distancia focal: es la longitud focal del telescopio, que se define como la distancia desde el espejo o la lente principal hasta el foco o punto donde se sitúa el ocular.
Diámetro del objetivo: diámetro del espejo o lente primaria del telescopio.
Ocular: accesorio pequeño que colocado en el foco del telescopio permite magnificar la imagen de los objetos.
Lente de Barlow: lente que generalmente duplica o triplica los aumentos del ocular cuando se observan los astros.
Filtro: pequeño accesorio que generalmente opaca la imagen del astro pero que dependiendo de su color y material permite mejorar la observación. Se ubica delante del ocular, y los más usados son el lunar (verde-azulado, mejora el contraste en la observación de nuestro satélite), y el solar, con gran poder de absorción de la luz del Sol para no lesionar la retina del ojo.
Razón Focal: es el cociente entre la distancia focal (mm) y el diámetro (mm). (f/ratio)
Magnitud límite: es la magnitud máxima que teóricamente puede observarse con un telescopio dado, en condiciones de observación ideales. La fórmula para su cálculo es: m (límite) = 6,8 + 5log(D) (siendo D el diámetro en centímetros de la lente o el espejo del telescopio).





Un telescopio es básicamente un instrumento óptico que recoge cierta cantidad de luz y la concentra en un punto. La cantidad de luz colectada por el instrumento depende fundamentalmente de la apertura del mismo (el diámetro del objetivo). Para visualizar las imágenes se utilizan los oculares, los cuales se disponen en el punto donde la luz es concentrada por el objetivo, el plano focal. Son los oculares los que proporcionan los aumentos al telescopio: al intercambiar oculares se obtienen diferentes aumentos con el mismo instrumento.

La idea principal en un telescopio astronómico es la captación de la mayor cantidad de luz posible, necesaria para poder observar objetos de bajo brillo, así como para obtener imágenes nítidas y definidas, necesarias por ejemplo para observar detalles finos en planetas y separar estrellas dobles cerradas.




El Telescopio: 400 años de evolución
 Con estos sensacionales instrumentos hemos podido asistir a la visualización de bellas imágenes de los planetas, estrellas y otros objetos estelares del Universo que nos rodea.








Últimos  avances  del  telescopio

Un espejo gigante para un nuevo telescopio espacial
Según un artículo publicado esta semana en Technology Review, ingenieros del Goddard Space Flight Center de la NASA, Northrop Grumman, Ball Aerospace y AXSYS Technologies han desarrollado un nuevo espejo más barato y ligero que se incorporará al sucesor de Hubble, conocido como James Webb Space Telescope (JWST).
La capacidad de un telescopio para recoger la luz de objetos distantes está directamente relacionada con el tamaño de sus espejos: cuanto mayor es el espejo, más luz puede recoger; por lo que estos ingenieros han construido uno criogénico, extremadamente grande y ligero, que permitirá recoger más luz, con mayor rapidez y mejor resolución que con los telescopios anteriores.








 

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